Apunte 6.4: Agroindustria y salud pública.

 Agroindustria y salud pública.

Por: Félix Rincón.


https://www.annurtv.com/news-16847-annurtv-medico-espanol-la-causa-principal-de-cancer-son-los-alimentos-con-agroquimicos.html-data



Respecto a los problemas y riesgos que se ven en los agroquímicos y en los alimentos GM, se encuentran riesgos biológicos para la fauna y flora, riesgos para la salud de los seres humanos, y nefastas afectaciones al cambio climático. “El riesgo ecológico por la liberación de plantas GM puede producir efectos tóxicos sobre organismos que no son plaga, pero son predadores de parásitos e insectos plaga y son de hecho, beneficiosos para la agricultura” (Chaparro, 2011, p. 247). Entonces, el riesgo biológico radica en que las plantas modificadas genéticamente pueden generar alteraciones en la fauna de los ecosistemas locales.

De igual manera las afectaciones se dan en la industria pecuaria, ya que existen registros de enfermedades y muertes en ganado bovino por intoxicaciones a causa de agroquímicos.

En una finca de explotación mixta situada en el municipio de Ibagué (Colombia) se enfermaron, con signos de parálisis, cuatro terneros Cebú de 2 a 5 meses de edad en un período de tres meses. Los síntomas se manifestaron por un lento y progresivo desarrollo de ataxia paralítica iniciada en los miembros anteriores con disminución del tono muscular en el apoyo hasta presentar parálisis flácida de todos los miembros. […] Estos pesticidas fueron encontrados en las vísceras y en el suero sanguíneo y la leche de la madre de uno de ellos. […] Este es el primer caso que se describe en el país de neurotoxicidad retardada causada por pesticidas en bovinos. (Torres, 1991, p. 140)

Así mismo, los agroquímicos y cultivos GM tienen el potencial de afectar la flora de los ecosistemas de manera directa o indirecta, como resulta siendo el otro riesgo biológico, que radica en la posibilidad de que las plantas modificadas logren entrecruzarse con otras plantas y generar unos tipos de malezas difíciles de controlar. “El arroz rojo es un tipo de arroz que invade cultivos de arroz comercial, este puede cruzarse con una variedad de arroz GM” (Chaparro, 2011, p. 248). Si bien todo lo anterior son daños resolubles, para cuando la solución llegue tal vez esas especies híbridas invasoras ya hayan destruido ecosistemas completos, que en el mejor de los casos pueden tardar décadas en recuperarse. 

Otro riesgo biológico, que se transforma en climático, es que los cultivos GM, al ser resistentes al glifosato, producto de las modificaciones genéticas, toleran y sobreviven a dichos componentes tóxicos, no así las demás plantas que resultan afectadas, indirectamente, por la volatilidad de estos agroquímicos, generando paulatinamente la destrucción de la capa vegetal del terreno, que se transforma de fecundo en desértico. Pero este problema va mucho más allá, pues al no haber capa vegetal, lo que se da es una rápida evaporación del agua del suelo, lo que conlleva a arados más profundos, y allí radica el problema climático mayor.

Las plantas aparte de brindar alimento y, como ya se dijo, evitar la evaporación rápida del agua de la tierra, también cumplen la importante tarea de absorber el dióxido de carbono del medio ambiente y retenerlo en forma de carbono; los tallos, las raíces, y la tierra misma, contienen carbono fijado. Resulta sumamente preocupante que los agroquímicos no sólo generan problemas medioambientales al aplicarlos, sino que en el proceso de arado de miles de hectáreas (necesario por el daño colateral de los agroquímicos) destinadas a los monocultivos se genera una importante afectación al clima mundial, pues en este proceso se libera dióxido de carbono que ya había sido fijado por las plantas. Una simulación hecha en el 2016 por la súper computadora llamada GEOS-5, creada por científicos de la Oficina de Asimilación y Modelado Global del Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA (ver: https://svs.gsfc.nasa.gov/cgi-bin/details.cgi?aid=11719), deja ver la liberación y distribución de dióxido de carbono en el planeta (National Aeronautics and Space Administration [NASA], 2014). Lo interesante de dicha animación es que los mayores niveles de liberación del gas, causante del efecto invernadero, se dan entre los meses de marzo y abril, fechas que coinciden con los procesos de arado de los terrenos destinados a la agroindustria, y descienden esos índices a medida que las plantas crecen en los campos. En otra simulación (ver: https://gmao.gsfc.nasa.gov/animations/M2R12K_CO2.php) de GEOS-5, se pueden ver las concentraciones de dióxido de carbono, día a día, desde el año 2000 hasta el año 2013 (NASA, 2016), los datos presentados son escalofriantemente preocupantes.

Como consecuencia de todo lo anterior, se generan cambios drásticos en el clima mundial, veranos extremadamente fuertes y largos, los cultivos necesitan obligatoriamente del recurso hídrico para no generar pérdidas multimillonarias, por ello recurren al desvío ilegal de afluentes, o a los gobiernos corruptos que conceden permisos de propiedad del agua de los ríos que, siendo un bien común, se vuelve un bien privado, generando destrucción y ruina para los pequeños productores. De igual manera se recurre a la creación de pozos profundos para la extracción de aguas subterráneas, ignorando, en algunos casos, que dichas aguas están interconectadas con otras fuentes a miles de kilómetros, lo que genera la destrucción de ecosistemas y el aniquilamiento de comunidades.

El impacto en la salud de las personas es el mayor problema que deriva de toda la agroindustria. Estudios realizados por distintas universidades a nivel mundial ratifican la relación que se da entre linfomas y agroquímicos. Cánceres, malformaciones, trastornos reproductivos, muertes neonatales, abortos espontáneos y trastornos neuronales, son algunas de las patologías que tienen estrecha relación con los tóxicos como el glifosato, que es la misma base química del Zyklon B usado por los nazis en los campos de concentración. Un estudio realizado en Colombia sobre muertes por intoxicación con plaguicidas, entre los años 1998 y 2011, muestra que “se registraron 4.835 muertes para una tasa ajustada por edad de 2.38 muertes por 100.000 habitantes” (Chaparro, & Castañeda, 2015, p. 95). La anterior cifra, alarmante de por sí, ha llevado a la sociedad a confrontarse con temas éticos muy sensibles como lo es el aborto, por malformaciones en los fetos, y la eutanasia. Recientemente en Colombia, un agente de policía optó por la eutanasia, tras padecer de un cáncer terminal producto de la exposición constante al glifosato durante su vida laboral, ya que pertenecía a grupos policiales que luchaban contra la erradicación de plantaciones de coca (El Tiempo, 2022), lucha que los años han confirmado que ha sido un fracaso, y que es pertinente acotarlo en este momento aunque no se profundice en ello.

Los trastornos neuronales son, tal vez, de los problemas más complejos y los que le generan más impacto negativo a la sociedad a largo plazo, en tanto que pueden destruir paulatinamente núcleos familiares y llevar al deterioro de sociedades enteras. “Es posible que la exposición crónica a agroquímicos contribuya a la creciente prevalencia en Occidente de trastorno de hiperactividad y déficit atencional, autismo y los problemas del comportamiento y el neuro-desarrollo” (Kaczewer, 2011, p. 31), de igual manera, estos trastornos neuronales tienen estrecha relación con problemas digestivos. Y es que los alimentos transgénicos no sólo pueden afectar la biología de las plantas al realizar cruces con otras plantas sino que, de igual modo, pueden afectar la salud humana y su microbioma intestinal. “Otro asunto lo constituye el problema de la transferencia horizontal de genes, que pueden tener o no efectos adversos en el organismo receptor. Por ejemplo, la transferencia de genes que confieren tolerancia a antibióticos, a bacterias habitantes del tracto digestivo” (Chaparro, 2011, p. 250). Como se puede ver, los daños se dan en casi todos los sistemas y ámbitos del ser humano.

Los agroquímicos tienen la capacidad de afectar nuestra flora intestinal y, de igual manera, nuestra parte neuronal, así lo manifiesta el Dr. Mayer en su texto Pensar con el estómago (2016) “El intestino y el cerebro están estrechamente conectados a través de canales de comunicación bidireccionales como los nervios, las hormonas y las moléculas inflamatorias” (p. 26). De todo lo anterior, es importante replantearse de manera personal, social y gubernamental, el consumo de alimentos transgénicos, ya que se estima que cada persona puede estar consumiendo el equivalente a kilo y medio de agroquímicos entre su alimentación en un año (Chaparro, & Castañeda, 2015, p.101 ), lo que derivan necesariamente en afectaciones críticas a la salud y la economía pública.

El avance en tecnología ha potenciado diversos modos de producción que se han ido afianzando por las ganancias económicas que dejan, cuantiosas para algunos y mínimas para otros, y es esto lo que ha llevado al modelo agroindustrial a fortalecer, cada vez más, las investigaciones científicas que les generen nuevas patentes para asegurar el retorno de la inversión. Hasta el momento se ha hecho un brevísimo recuento histórico de la agricultura, la agroindustria y sus aspectos positivos y negativos, ahora es el momento de hacer un análisis filosófico a la luz de los conceptos de homo faber y animal laborans, de la filósofa Hannah Arendt, y domus - focus del filósofo argentino-mexicano Enrique Dussel, lo cual se dará en los siguientes apuntes.




Bibliografía:


Chaparro, A. (2011). Cultivos transgénicos: Entre los riesgos biológicos y los beneficios ambientales y económicos. Acta biológica colombiana. Vol. 16 (3), 231-251.

Chaparro, P, y Castañeda, C. (2015). Mortalidad debida a intoxicación por plaguicidas en Colombia entre 1998 y 2011. Biomédica. Vol. 35 (2), 90-102.

El Tiempo, (2022, 27 de septiembre). Así fueron los últimos minutos del exsargento que recibió eutanasia en Armenia. https://www.eltiempo.com/colombia/otras-ciudades/eutanasia-en-colombia-policia-recibio-muerte-asistida-en-armenia-705533

Kaczewer, J. (2011). Uso de agroquímicos en las fumigaciones periurbanas y su efecto nocivo sobre la salud humana. Buenos Aires, Argentina: Universidad de Buenos Aires.

Mayer, E. (2016). Pensar con el estómago. Bogotá. D. C., Colombia: Penguin Random House.

NASA. (2014). Un año en la vida del CO2 de la Tierra. https://svs.gsfc.nasa.gov/cgi-bin/details.cgi?aid=11719

NASA. (2016). El dióxido de carbono en el mundo. https://gmao.gsfc.nasa.gov/animations/M2R12K_CO2.php

Torres, J. (1991). Síndrome paralítico progresivo en bovinos relacionado con la neurotoxicidad retardada por pesticidas. Revista ICA (Colombia). Vol. 18 (2), 137-142.


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